viernes, 22 de mayo de 2009

POSMODERNIDAD


El término posmodernidad es difícil de concretar. Nos encontramos con grandes dificultades a la hora de concretar una definición precisa debido, principalmente, a la actualidad y, por tanto, a la imprecisión y la escasez de datos analizables, además de carecer de un cierto orden o sistema que le permita adoptar una coherencia.

No obstante, a pesar de estas dificultades, sí podemos mencionar los ámbitos culturales a los que remite el término: entendida como periodo histórico, actitud filosófica o movimiento artístico. Estas tres áreas básicas comparten una idea común de renovación de las formas artísticas, culturales, de pensamiento y de vida social impulsadas por el proyecto modernista, que afirman que fracasó en el intento de conseguir la emancipación de la humanidad. Asimismo, consideran que hoy en día un proyecto similar sería inviable o inalcanzable dadas las circunstancias.

En contraposición a las ideas de innovación, progreso y crítica de las vanguardias, el posmodernismo se caracteriza por un descreimiento ante todo lo promovido por la modernidad, la desconfianza hacia los metarrelatos, la dificultad de planteamientos y la carencia de una corriente unificada de pensamiento.

Se podría decir que se produce un desencanto ante la Modernidad y, por ello, se renuncia a la idea de progreso. Con el posmodernismo se produce el fenómeno del consumismo. Se valora lo inmediato, y se produce una disolución de los valores de identidad personal y responsabilidad.

Podríamos definirlo como una especie de “el yo antes que los demás", pues tras la pérdida de confianza de los proyectos modernistas de transformación de la sociedad, solo quedaría la realización personal, quedando de lado los ideales. Vale más el sentimiento que la razón ("vive y deja vivir").

Por otra parte, los mass media toman un papel protagonista ante la difusión de la información, en poderes fácticos, de forma que lo que realmente importa no es el mensaje sino la imagen proyectada y el grado de convicción con el que se presenta. Dado este fenómeno, toda la información se vive de forma alejada, como si no fuera real, a lo que se une un culto por las nuevas tecnologías y el Internet.

Observamos como existe todo un código muy estudiado de difusión de la información en el que cada detalle es vital para presentar como verídico todo aquello que se dice, en los que tienen cabida términos como la telegenia o el carisma.





En esta dinámica, un presentador de informativos, a pesar de la cadena de televisión para la que trabaje y de las tendencias de la misma, como pueda suceder con los periódicos, comparte unos códigos visuales para la transmisión de seriedad y consecución de credibilidad, como aparecer trajeado, mirando a la cámara y manteniendo una actitud seria y distante. Por este motivo, si un presentador de informativos rompe estas normas a las que el público responde, por costumbre, como únicas válidas para la recepción del mensaje como verídico, el habitual código emisor-receptor se verá alterado en detrimento de la credibilidad del mensaje difundido. Por poner un ejemplo conocido, Lorenzo Milá sufrió las consecuencias en la audiencia de su informativo por presentar una imagen más cercana y familiar y no ir vestido con el habitual traje y corbata marcados por los códigos establecidos.

Por poner otro conocido ejemplo sobre como influyen los medios de comunicación en nuestras vidas y, por encima de todo, la imagen, podemos remitirnos al mítico primer debate televisado de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos (1960), John Fitgerald Kennedy por los demócratas y Richard Nixon por el Partido Republicano.





Nixon vestía un traje gris y apareció pálido por una reciente enfermedad, y a pesar de todo, se negó a ser maquillado. Kennedy por su parte, aceptó las reglas de la televisión y se mostró con carácter ganador. Tuvo la habilidad de mirar directamente a la cámara cuando respondía a las preguntas formuladas por los periodistas, teniendo en cuenta el carácter televisivo del debate y los espectadores que lo veían desde sus casas, mientras que Nixon continuó dirigiendo su mirada al periodista que le preguntaba. Como consecuencia, al finalizar el debate gran parte de la audiencia dio a Kennedy como ganador. Sin embargo, aquellos que lo escucharon por la radio dieron a Nixon como ganador. Como era de esperar tras la supuesta derrota televisiva, el 8 de noviembre, Kennedy venció a Nixon.

Realmente, si hacemos una revisión por todos los aspectos que nos rodean, resulta absolutamente escalofriante el control de opinión al que nos encontramos sometidos. Vivimos en una especie Matriz (aquel mundo virtual que nos proponía la película Matrix) en la que todo está minuciosamente pensado y controlado, aunque nos pueda parecer azaroso, y donde para poder comprender bien aquello que sucede en realidad hay que mantener en todo momento una actitud crítica en la que impere la duda permanente.


Fuentes:

http://es.wikipedia.org/wiki/Postmodernismo http://www.henciclopedia.org.uy/autores/YepezHeriberto/Posmodernismo.htm http://www.rtve.es/rtve/20080901/primer-debate-televisado-historia/164970.shtml http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=345276

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